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Su experta en viajes
Alex, fundador de Shanti Travel
Viajar al Tíbet es una experiencia única e inolvidable. Este pequeña región ubicada en las fronteras de India y China, parece surgir de las montañas para conseguir que pierdas el rumbo. Sin ninguna duda todo viajero volverá diferente después de una estancia en el Tíbet.
Cada vez que cruzo la frontera, un mismo sentimiento logra invadirme, haciéndome sentir que me encuentro separado del resto del mundo y con la noción del tiempo perdida. Y es que "el t6echo del mundo", como se conoce a este lugar, bien merece este apodo. Durante una estancia en el Tíbet lo mejor es combinar el verdadero placer de caminar entre las montañas con la visita a los innumerables monasterios y monumentos.
Impresiona la gran riqueza cultural y el patrimonio de los tibetanos. Desde sus famosos monasterios hasta lugares históricos de lo más suntuosos como Potala, pasando por la increíble belleza de sus típicos pueblos, esta región te va a dejar deslumbrado. Durante el viaje al Tíbet es imprescindible detenerse unos días en algunos de sus lugares más místicos y así poder disfrutar de la sabiduría ancestral de este país.
Viajar al Tíbet
Protegido por una auténtica fortaleza como es la cordillera del Himalaya, el Tíbet ha sido durante mucho tiempo parte del imaginario colectivo gracias a sus mitos y símbolos. La conocida como "tierra de nieve", "techo del mundo", o "Shangri-La", sigue fascinando a los viajeros gracias a su aura repleta de misterios. Desde Katmandú, los expertos en viajes de Shanti Travel ofrecen excursiones y viajes a medida en el Tíbet, tanto para personas que viajan solas como para quienes lo hacen en pequeños grupos.
Un circuito por el Tíbet comienza normalmente en el Valle de Lhasa, donde se encuentra el enorme y majestuoso Palacio Potala. Antigua residencia del Dalai Lama, este lugar desborda espiritualidad debido, entre otras cosas, a la procesión diaria de monjes en peregrinación. Según te vas adentrando en el campo tibetano, te irás acercando a la cordillera del Himalaya. Las vistas a la misma desde esta meseta son majestuosas. Y es que aquí todo el mundo sabe que el Everest muestra su mejor cara desde este lugar.
Aunque parezca imposible, el Tíbet todavía guarda cuidadosamente secretos que sorprenderán al viajero, entre ellos la sonrisa de los tibetanos, así como la espiritualidad que inunda esta tierra, en especial la que se respira en el Monte Kailash.
La búsqueda espiritual, o la contemplación de paisajes de extraña belleza, es la manera que tiene el Tíbet de hablar a nuestro niño interior, esta parte de nosotros mismos que jamás va a dejar de maravillarse por nada. Nuestra agencia de viajes en el Tibet hará que todos tus deseos se hagan realidad en uno de los viajes más hermosos que existen. ¡No lo pienses más y atrévete a vivir esta aventura!
7 buenas razones para viajar al Tíbet
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